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26/3/15

La manera correcta de hacer un Cliffhanger



El Cliffhanger es una escena que deja al lector en suspenso. Se usa en literatura para forzar la atención en lo que viene a continuación. Y hay dos tipos de Cliffhanger:


  1. Algo ocurre y el personaje se sorprede... pero la única manera de conocer aquello que lo sorprendió, es leyendo el capítulo siguiente.
    Este es el Cliffhanger más común y es también el más odiado por los lectores, porque hace una promesa de sorpresa que no siempre se logra. En la mayoría de los casos acaba con una mayor decepción por parte del lector.
  2. Algo sorprendente ocurre al personaje, algo que cambia su entendimiento acerca de algo relevante en la historia. Y el lector a continuación quiere saber de qué manera los personajes van a lidiar con este cambio en el estatus-quo.
    Este es el Cliffhanger menos común y es también el más difícil de lograr, porque la satisfacción del Cliffhanger ocurre dentro de la misma escena, pero abre nuevas posibilidades que no fueron consideradas antes y esto crea suspenso e interés en el lector.
En el Cliffhanger 1, el protagonista abre la puerta, se sorprende, grita aterrado, se acaba la escena y no se sabe más hasta dos o más escenas en el futuro, cuando volvemos con el protagonista que acaba de encontrar a su padre del otro lado de la puerta, y resulta que su padre es un vampiro.

En el Cliffhanger 2 el protagonista abre la puerta, se sorprende, grita aterrado, ve que su padre es un vampiro, y esto cambia todo en la vida del protagonista. El padre es el mismo, solo que ahora el protagonista sabe algo que no sabía de él. ¿Cómo va a sobrellevar este nuevo conocimiento?

En ambos casos el padre es un vampiro. En el primero se nos obliga a mantener un suspenso ficticio. En el segundo se nos invita a saber más acerca de la relación del protagonista con su padre, ahora que sabe algo de él que antes no sabía.

Puedes cambiar el concepto de "vampiro" por cualquier otro que cause un shock en el protagonista, y el efecto es el mismo.

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