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23/4/21

El derecho de autor no protege las ideas...

 


PERO SÍ PROTEGE LA EJECUCIÓN DE LAS IDEAS.

(No se debe confundir la propiedad intelectual con la propiedad industrial. En la segunda, las ideas que pueden generar dividendos son valiosas por sí mismas y se pueden tranzar; como las patentes de inventos o vacunas, y tienen leyes propias que las regulan).

Te doy un ejemplo: tienes una idea increíble; la transcribes en una hoja y la inscribes en el registro de propiedad intelectual. Pero nunca la ejecutas, no la escribes en un cuento o novela, guion de película, de comic, o de teatro.  NO LA EJECUTAS. Tiempo después alguien tiene una idea idéntica, escribe una novela y la publica. 

¿Crees que el libro se publicó basándose en tu idea? 

Pues no es así. 

No se puede establecer propiedad intelectual sobre ideas, aunque las hayas registrado en el registro de propiedad intelectual. Si no llevas a cabo las acciones en un producto tangible que la contiene, tales como una obra literaria, la idea que se encuentra inscrita en el registro de propiedad intelectual no tiene ninguna validez. 

Y tu reclamo de plagio, de copia, de usurpación, o como quieras llamarle, no tiene validez si, para colmo, tu texto es una hoja que solamente tú conoces. 

Te doy otro ejemplo: escribes un Romance Paranormal acerca de vampiros ambientado en Valparaíso; y tu novela incluye tropos como 1) no quiere dañar personas y solo consume sangre animal, 2) puede vivir a la luz del sol, pero en un estado debilitado, y 3) se hacen pasar por adolescentes en una escuela rural. Y poco tiempo después alguien publica una novela de Fantasía Urbana con vampiros, esta vez ambientada en Valdivia, con los mismos tropos 1), 2) y 3). Entonces tú consideras que ese autor/a te copió la idea.

Pues no es así. No se puede establecer propiedad intelectual sobre tropos, ni puedes adjudicarte la propiedad sobre un conjunto de tropos o ideas recurrentes que se ejecutan de manera diferente. En tu novela los protagonistas pueden ser cisgénero hetero normados, y en la otra novela pueden ser algo completamente diferente, y esto ya crea un set de reglas en la historia que recomponen todo el escenario. 

Hay un caso, en el que el director y escritor John Carpenter acusó a Luc Besson de plagiar una película. Los tropos eran los mismos, ciertamente; pero además, la estructura, el orden, la ejecución, era calcada de la película de Carpenter. Casi que Besson copió y pegó la historia, cambió los nombres, editó escenarios, y ya. Eso es plagio, sin eufemismos. Y Carpenter ganó el juicio. 

Es lo que ocurre con las obras de ficción «derivativas». Se parecen demasiado entre sí, porque comparten la mayoría de los tropos. Pero si las miras desde cerca, son historias diferentes y salvo los tropos recurrentes, no hay manera de justificar una copia.

Mismo caso para historias de sub-géneros literarios de nicho. Digamos «zombies» (muertos vivientes lentos). Se pueden contar miles de historias diferentes, aunque todas transcurran en el mismo escenario apocalíptico.

Si lo que quieres es demostrar que alguien ha plagiado tu obra, esto es más fácil de realizar. Pero primero tienes que tener tu obra inscrita en el registro de propiedad intelectual. Y además tienes que demostrar que la obra «acusada» copió tu texto. Y para esto tienes que iniciar un juicio; no basta con que tú lo digas.

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