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20/6/19

El poder intenso de la Novela Corta



Antes de adentrarnos en los márgenes o límites que definen una novela corta, convengamos lo siguiente: es un formato intenso, muy práctico para le autor(a), con todo el potencial de una novela y sin la brevedad de un cuento. No hay un género o estilo que la delimite, ni hay una edad para cultivarla.

La novela corta no es solamente un libro corto. Es sobre todo un ámbito de una idea o tema que se explora en su máxima expresión. Es una rama de un árbol más grande. Es el formato perfecto para autores(as) que necesitan más espacio para recorrer un camino cuando el cuento es demasiado breve y restrictivo.

La novela corta no es un cuento largo. Porque «un cuento largo» es en principio «un cuento». Una novela corta es sin duda «una novela».

Según la RAE, Novela es una narración en prosa, generalmente extensa, que cuenta una historia de ficción o con un desarrollo más completo en cuanto al argumento y los personajes. Podemos complementar con la definición en Wikipedia que dice que la novela se distingue por su carácter abierto y su capacidad para contener elementos diversos en un relato complejo; este carácter abierto ofrece al autor libertad para integrar personajes, introducir historias cruzadas o subordinadas unas a otras, presentar hechos en un orden distinto a aquel en el que se produjeron o incluir en el relato textos de distinta naturaleza: cartas, documentos administrativos, leyendas, poemas, etc.

Entonces la novela corta es una versión acotada y con un carácter cerrado, pero sin perder las libertades que ofrece el ejercicio narrativo propio de la novela.

Ahora entendamos los márgenes. La novela corta tiene entre 15k y 40k palabras, aproximadamente. No la medimos en cantidad de hojas porque luego habría que definir tamaño de la hoja, márgenes, tipo de letra, tamaño de letra e interlineado.

El número de palabras no es la única medida para encasillar un texto como novela corta, noveleta, novelette o nouvelle. La narración en sí es más «novelesca», si es que nos permitimos usar ese término ambiguo. Al leerla se siente como una novela, tiene un principio y un final claros (en contraposición con un texto extraído de otra obra mayor y que se pudiera confundir con una novela corta cuando en realidad es solo un capítulo de una novela propiamente tal).

Y si aún no te convences con esta idea, ten en cuenta lo siguiente: si el librero dice que es novela corta, pues seguramente lo es.

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