El guión (de cine, tv, dramaturgia, comic, juego) no es el producto final. Es una herramienta de trabajo, una guía paso a paso suceptible de ser modificada o interpretada por otros.
Pensemos en la novela. Como escritor, lo que escribo/publico es lo que mis lectores leen/asimilan. El producto final es tal como lo escribí, con edición y trabajo de por medio, pero no es más que eso. Después del texto escrito-publicado no hay otra etapa para el texto aparte de ser leído.
Incluso el audiolibro es el mismo texto relatado por alguien. El audiolibro es otro formato para un mismo textotexto.
Lo que escribes es lo que leen.
En cambio el guión es un peldaño, es una etapa necesaria para la generación de una obra que no es el guión.
Un guión y una novela que relatan la misma historia se pueden trabajar de la misma manera hasta cierto punto, pero el resultado final difiere completamente. Hay cierta economía de palabras que es obligatoria en los guiones, todo tiene una intención en la historia y el rompecabezas es premeditado para mostrar mucho sin decir tanto.
El guión de una película, un comic o una obra teatral puede ser un trabajo solitario o de equipo. Y al igual que las novelas que no se publican, hay millones de guiones que nunca han visto ni verán la pantalla o el escenario.
En cambio el guión de una temporada de una serie de televisión, o también de un juego, es siempre un trabajo en equipo. Puede que la idea original sea de uno, pero quienes hacen que la idea se desarrolle y florezca son otras personas que aportan miradas diferentes acerca de un mismo set de piezas.
Y las series de televisión en particular no se escriben si no hay un presupuesto aprobado detrás. Cada capítulo equivale al trabajo de un equipo de personas desarrollando texto con acciones y diálogos. O dicho de otro modo: si no hay visto bueno para la serie, ésta no se escribe.
Lo que escribes es una herramienta.
El guión es una herramienta de trabajo. Con ésta los actores interpretan a sus personajes. Con ésta la dirección de cámara y de actores realiza una coreografía estética. Con ésta los productores definen costos, locaciones, continuidad y más. Con ésta se organiza a todo el equipo de grabación y de actores y así es como se graba.
En el momento que se edita el capítulo para televisión, la historia pasó de ser un texto con descripciones visuales a ser una obra diferente. La historia es esencialmente la misma, pero con un centenar más de ojos y manos tomando diferentes decisiones para lograr el producto final.
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