Pero el tiempo pasa y no estoy publicando tanto como quisiera. Un cuento al año, una novela corta cada cinco años. Y estoy muy consciente de esto, al punto que lo pienso y me desmotivo, mi día se pone agrio, yo me vuelvo amargo.
Durante 2017 investigué el tema, y al comienzo de 2018 casi todos los autores que sigo hablan de lo mismo: no te enfoques en el resutado, enfócate en el proceso. En pocas palabras, no te enfoques en publicar, enfócate en escribir cada día.
Si el resultado es publicar una novela, mi verdadero foco debería crear y mantener el hábito de escribir todos los días, un proyecto a la vez, hasta que esté terminado.
Veamos un listado de metas, ordenadas de la última a la primera:
- Meta: Lograr que desconocidos lean el libro.
- Meta: Publicar un libro.
- Meta: Editar el manuscrito.
- Meta: Terminar el manuscrito.
- Meta: Escribir el borrador.
No puedo hacer nada de esto si no escribo.
Escribir todos los días es la clave, no importa cuántas palabras escibas cada día.
Esa será mi motivación a partir de ahora. Escribir todos los días.
- Proceso: Escribir.
Dos años despué.. ha dado resultado? Podrías contar como te fue con ese enfoque? Ya que estoy llegando (al parecer por un camino similar) a la misma conclusión.
ResponderEliminarSaludos!
Hola.
ResponderEliminarPue sí. Con un ejemplo paralelo no relacionado: dejé de preocuparme por ganar un Oscar y me enfoqué en escribir una buena película.
Todavía lucho por mantener el hábito. Hay días en que no escribo una palabra de ficción. Pero siempre estoy pensando en mis historias.
Y algo que no me esperaba de esto dos años después, es que mi estilo mejoró bastante. Estoy logrando mejor síntesis, mayor claridad.
Y sobre todo, disfruto mucho el proceso de escribir.