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29/8/12

Personajes que hacen estupideces, o la Trama Imbécil



Esto va de la mano con la suspensión de la incredulidad y la necesidad de construir verosimilitud en torno a la historia y los personajes. En la primera novela de la serie The Dresden Files, titulada "Storm Front", el autor Jim Butcher escribe a un narrador en primera persona, que se presenta como Harry Dresden, wizard. Pasan los párrafos y páginas, y aparte de alguna declaración del personaje que nos da a entender que sí es un brujo, no se nos muestra ninguna magia.

A medida que las páginas avanzan, los lectores, nosotros, nos entregamos a creer en la historia que se nos cuenta, porque los rasgos de verosimilitud son concretos, e incluso la magia y la información extraña es llamativa y apela a nuestra curiosidad. Entonces cuando llegamos a la escena de la calavera parlante, muchas páginas adentro de la historia, no nos importa mucho que sea un espíritu ni que sea una criatura incorpórea pero también muy cachonda.

Eso está bien hecho, fabricado con dedicación y paciencia. Se nos presenta el ambiente, a los personajes, todo esto junto con un conflicto y una serie de dilemas que son de lo más humano. Gota a gota se nos va dosificando aquello que cuesta creer, aquello que es demasiado retorcido para tomarlo en cuenta en un primer intento, especialmente aquello que se contradice con todo lo que sabemos o creemos que es verdadero y natural.

La Trama Imbécil es un tipo de narrativa donde el conflicto proviene de personajes que no reconocen, o no se les dice, información relevante que puede resolver el conflicto, usualmente porque es la única manera de contar esa historia y la trama lo requiere.

Pero vamos al otro extremo, a lo ridículo y absurdo. Cuando los personajes hacen cosas estúpidas o simplemente actúan de maneras en las que NO se nos ha preparado como lectores. Viene el malo con un cuchillo, caminando lento como la momia en blanco y negro, y la víctima en vez de correr ahí se queda la tontorrona, gritando. O el enmascarado te acecha, subes corriendo al segundo piso. O el teléfono móvil justo se queda sin batería. O la única manera de salvar la situación es con esta llave mágica que da la casualidad que tengo en el bolsillo del pantalón, porque la puse ahí antes de salir y ni me molesté en mencionarlo para que no se notara una solución pobre de último minuto.

En las tramas estúpidas, los personajes hacen estupideces con el único objetivo de guiar la historia hacia un destino predefinido. Lo del final conocido está bien, pero la estupidez es innecesaria. ¿Quién se acuerda de Jeepers Creepers 2? El pelmazo que insistía en negar lo que estaba ocurriendo, porque en realidad no estaba ocurriendo, y el resto de los idiotas convenciéndose que tal vez el pelmazo tiene la razón, ese monstruo que mató a nustros amigos en realidad no existe, hay otra explicación para toda esta sangre.


Puedo creer en un personaje que entra en negación, cuando lo que ha visto es demasiado extraño y/o dudoso, pudo ser otra cosa. Pero no puedo creer en un personaje que niega y niega y sigue negando la evidencia, y que al final de la historia su constante negación solo sirvió para crear unas tantas páginas de conflictos y explicaciones que bien pudieron entregarse en otro contexto menos estúpido.

La novela "To Say Nothing of the Dog" de Connie Willis es una tremenda y compleja historia que incluye humor y viajes en el tiempo. La volví a leer hace unas semanas y la disfruté como si fuera la primera vez, incluso si ya sabía como termina. Pero hay algo que no me gustó ahora, un detalle especial. Un personaje, aquel que hace que todo ocurra, Lady Schrapnell, tiene a todo el departamento de historia de cabeza, para cumplir con su sueño de reconstruir una catedral. Hasta ahí todo bien, pero la Lady aquella insiste que las ciertas leyes del viaje en el tiempo no existen, ni aunque se lo digan los viajeros en el tiempo. Es una actitud muy desagradable, me molestó en el personaje pero me molestó más aún en el resto de los personajes que tenían que lidiar con ella, porque nadie era capaz de hacerla entrar en razón. Está bien, hay gente así, pero un personaje tan simple y con un objetivo unidimensional tan básico no puede, creo, lograr todo lo que logró esta señora Schrapnell, tal como se la describe en el libro.

En otra novela de Connie Willis, "The Doomsday Book", hay un profesor Gilchrist con la misma característica unidimensional, con amplios poderes de decisión en la universidad donde transcurre parte de la historia, pero es un sujeto con un solo objetivo y una idea inamovible de cómo lograrlo. Y es muy molesto, desesperante, que los personajes multidimensionales, los protagonistas, no puedan enfrentar a estos monolitos y tengan que tomar decisiones desesperadas, porque el profesor aquel no cree importante tal o cual detalle que es crucial, y no lo cree nomás, punto.

Los libros de Harry Potter están llenos de subtramas imbéciles, de adultos inútiles y niños que tienen que resolver todos los problemas por sus propios medios. Y siempre Harry, de alguna u otra manera, tiene la respuesta a un problema ahí mismo frente a su nariz, nosotros lectores que hemos viajado toda la ruta con él y tenemos la misma información ya sabemos qué ocurre, pero él solo piensa "estoy seguro que se me escapa un detalle importante" y se queda pegado en la idiotez. La trama requiere que Harry no vea ese detalle que resuelve el conflicto principal.

Por favor no hagas tramas imbéciles. ¡Por favor!

3 comentarios:

  1. Esto claramente tiene que ver, ojo, con lo que acontece al Deus ex machina. Y lo digo así porque lo de las tramas ridículas, como por ejemplo que a nadie se le ocurriera matar al cabro chico que, con su pc manejaba los movimientos del coloso Iron Man 28 en la recordada seria de anime, viene a ser la antesala del fin simplón de una cadena de problemas. Es decir, que si bien la trama absurda no se alimenta del fin más infantil, sí hay factores anteriores que llevan comprender que estamos ante una historia de un autor que no ha querido poner la verdadera humanidad de los personajes en su historia.

    Aún así quiero leer a Harry, mucha gente me ha dicho que es entretenida. Tengo todas las películas, pero no me he atrevido a mirarlas por preferencia a los libros.

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  2. Te recomiendo ver las películas primero, antes de los libros. Película 1, libro 1, película 2, libro 2, y así.
    Para mí fue la mejor experiencia. Cuando leí el libro 5 antes que la película, la sensación final fue de estafa.

    Gracias por tu comentario, más adelante haré un post acerca del Deus ex machina.

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  3. Será excelente leer el post aquel. Me dejaste marcando ocupado con la recomendación de las películas. ¿Tan así? Voy a hacer una cosa: compraré el libro pero primero veré la película. Si me gusta, con la segunda parte lo haré al revés. Puede parecer engorroso pero como son muchos libros...

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