Algunos aprendizajes en esto de ser "escritor"

El Libro escoge al Autor. Tienes que escribir el libro que estás destinado a escribir, no el libro que crees que deberías escribir o el que tus amigos te dicen que escribas. Tienes que escribir ese libro que quiere salir de ti, ahora! Ignora a quienes te rodean y las presiones del mercado, porque ese libro que quieres escribir es el libro que debes escribir.

Las redes sociales son una maldición... y una salvación. Todas las redes sociales son distractores, te invitan a procrastinar sin ningún esfuerzo. Necesitas desconectarte cuando debas escribir. Pero la vida del escritor es solitaria, incluso si tienes familia y amigos cerca, al escribir estás solo con tus pensamientos y tu genio inspirador. Por eso necesitas un break de vez en cuando, enchúfate, saluda, infórmate, ve un video mientras comes un helado, y vuelve a desconectarte. Tienes que escribir.

No subestimes el poder del ejercicio físico. Incluso si no eres atleta ni un fanátic@ de salir a trotar, necesitas que la sangre se oxigene y circule por tu cerebro de manera eficiente. ¡No basta con respirar! Una caminata a buen paso, subir y bajar escaleras, un poco de gimnasia y elongación... dedica cinco minutos de ejercicios simples cada dos horas de trabajo. Te dará impulso.

Siempre acabarás revisando más veces de las que habías planificado. Vas a cortar secciones completas, reescribirás otras, moverás eventos adelanto o atrás en la cronología de eventos. Y cuando termines, volverás a leer tu borrador y harás lo mismo muchas veces. Y otra vez. Y de nuevo.

Llega el momento en que ya no tienes el control. Una vez que tu texto pasa a manos de un agente o editor, ellos se hacen cargo. Puedes sugerir una portada, puedes pujar para que no le cambien el título a tu novela, pero al final si la editorial decide que en vez de tu nombre aparezca un seudónimo, tal vez lo hagan si ya firmaste el contrato. Su objetivo es vender libros, ellos saben qué es lo que tienen que hacer para vender más libros, se supone que es así. Así que déjalo ir. Tú lo escribiste, eso no lo cambia nadie. Lo demás son solo detalles cosméticos.

Tu libro no le va a gustar a todo el mundo. Es un hecho comprobable que habrá gente que no le gustará tu libro. Es la simple ley de las probabilidades. Recibirás comentarios malignos, reseñas con una o dos estrellitas (de cinco). Eso no significa que sea un mal libro o que vaya a vender menos. Hasta los súper ventas tienen reseñas con una estrella. Ve a mirar en Amazon o Goodreads. Mientras estés conforme con tu libro y hayas contado la historia que querías contar, no debes preocuparte ni sentirte mal por nada que ocurra en el mundo exterior.