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14/7/12

Las ideas son económicas y abundantes

Todos los días tengo nuevas ideas, a veces sobre libros que estoy escribiendo y otras veces sobre libros que todavía no sueño con sentarme a escribir. Algunas ideas son actualizaciones o correcciones de las anteriores. Otras son destellos de genialidad que solo coinciden con la alineación de los astros y que me obligan a retomar ideas antiguas o incluso a desechar ideas nuevas.

Las ideas para escribir pueden ser tan simples como "qué pasaría si"... La inspiración de estas ideas suele relacionarse con la lectura de un libro inspirador, de calidad literaria estándar, o por lo menos entretenido. ¿Qué pasaría si el señor oscuro no es el malo, sino una víctima más? ¿Qué pasaría si las criaturas que nos comemos al almuerzo son en efecto nuestros hermanos? ¿Qué ocurriría si olvidamos que existe un reino sobrenatural y ellos intentan llamar nuestra atención desesperadamente?

Las ideas van y vienen. Algunas se me olvidan al rato de haberlas engendrado, porque se transforman o diluyen en otras más interesantes. A veces las anoto en una libreta que siempre traigo conmigo. Otras veces esas ideas me rondan incluso en sueños y la única manera de sacármelas de la cabeza es dándoles un propósito.

Hay ideas útiles, que infunden movimiento a una historia o dan sentido al actuar de los personajes. Hay ideas "ambientales", las hay estéticas o decorativas. Algunas ideas se ven bien en la historia, pero el texto puede funcionar perfectamente sin ellas. Y hay ideas que dan sustento al texto y sin ellas no hay historia que escribir.

Hay ideas repetidas, pero que son enfocadas desde otros puntos de vista o modificadas ligeramente para diferenciarse de la idea original, y así se convierten en un aporte en vez de ser una simple copia o plagio. Niños mago hay por montones, igual que elfos y orcos. Hay héroes y antihéroes incluso en la Biblia. "Todo está dicho", dijo alguien y seguramente otra persona ya lo había dicho antes que él. ¿Y eso a mí qué me importa? Mis ideas más revolucionarias nacieron y mutaron a partir de una idea anterior que alguien más usó en un libro o película.

Incluso las ideas más repetidas y las más absurdas, pueden dar como resultado un texto exitoso y original, siempre que el autor posea un cierto talento y profesionalismo a la hora de escribir. Una gran idea puede ser un desastre en las manos de un escritor orgulloso y sin preparación.

¿Y qué tal si tomo todas estas cosas acerca de escribir de manera profesional, y las organizo en un blog que trate solamente de esto? Llevo mucho tiempo instruyéndome, aprendiendo de los que saben, y practicando, escribiendo. Tengo mucho material que necesito ordenar y que quiero compartir.

¿Y si comienzo ahora?

¡Es una buena idea!

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